La fuerza de trabajo es una mercancía
que se compra y se vende como cualquier otra cosa. La poseedora o el poseedor,
es decir, la trabajadora o el trabajador, vende su valor de uso (que es lo que
se puede vender) a quien paga por ella, es decir, la empleadora o el empleador,
que puede ser una persona física o una empresa. Es aquí donde se realiza la
compra-venta de la fuerza de trabajo en este sistema capitalista, lo que Marx
llamaba Plusvalía.
El
problema es que, en más ocasiones de las deseadas, no se valora suficientemente
a quienes son trabajadoras y trabajadores. El problema es que, además, hay
sectores productivos que no están valorados social y políticamente, pareciendo
que no se encuentran incluidos dentro del proceso productivo en el que se
producen mercancías; aunque su trabajo resulta indispensable para que otros y
otras puedan dedicarse a los trabajos considerados como productivos. Estoy
hablando de las empleadas del hogar o del servicio doméstico, las últimas de
las últimas entre la clase trabajadora, que aquí, hay mucha, pero que mucha
tela que cortar.
Desde
que se puso en marcha el servicio público del Ayuntamiento de Campillos que en
estos momentos se denomina Área de Migraciones, Ciudadanía, Solidaridad y
Cooperación Internacional, una de las columnas principales del quehacer y
praxis mía, como responsable técnica de dicho área, ha sido buscar siempre
sinergias con otras instituciones y organizaciones para trabajar por objetivos
comunes, porque no se pueden implementar políticas de cohesión social, de
interculturalidad y de desarrollo si no se hace de esta forma. Soy hay que leer
los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de
Naciones Unidas para comprender la magnitud de esta forma de trabajar.
Una
de las organizaciones con las que mantengo una relación más que fluida, de
cooperación y colaboración es Málaga Acoge-Antequera, pues muchas veces
compartimos usuarios y usuarias.
El
colectivo de trabajadoras del sector del servicio doméstico siempre ha sido una
preocupación constante y centro de conversación entre Hadée Lucia Bossio, una
compañera y amiga de Málaga Acoge-Antequera y yo. Y mira por dónde, el año
pasado, después de una charla que sostuvimos, nos empeñamos en sacar adelante
unas jornadas donde las trabajadoras del servicio doméstico, sean nacionales o
extranjeras, fueran el centro de las mismas. Así que nos pusimos manos a la
obra, conformamos un gran equipo de trabajo, no por numeroso sino porque cada
una de las mujeres que estamos ahí somos muy potentes, y el próximo sábado 17
de marzo, tendrán lugar en Antequera las I JORNADAS COMARCALES DE EMPLEADAS DEL
HOGAR. TRABAJADORAS CON DERECHOS sobre las que hemos conversado hoy con Laura
Guillén, de la Plataforma de Empleadas del Hogar de Granada y Eva del Pino, de
Málaga Acoge-Fuengirola, como miembros del Comité Organizador en el que también
están Haydée, Rosa Terrones y Mari Carmen Moya, de Málaga Acoge-Antequera,
quienes han delegado en nosotras para sostener esta "conversación" en
CLANDESTINO.
CARTEL DE LAS JORNADAS
Todo ello acompañado de excelente música, de la que les dejo aquí el enlace directo para que puedan escucharla al completo.
"LAS HADAS EXISTEN"
(Rozalén)
"LA PUERTA VIOLETA"
(Rozalén)
Para escuchar el programa de radio, sólo tendréis que pinchar en este enlace o en la columna de la derecha, en el Ivoox de CLANDESTINO.
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