Mientras más represor es un Estado, más débil y temeroso se muestra
el gobernante. Un gobierno fuerte y con confianza, animaría a la gente a que
proteste. Las protestas permiten a la gente expresarse, a llamar la atención
sobre ciertas cuestiones. Protestar en una parte básica en un proceso
democrático y una democracia debe ser un diálogo permanente entre diferentes
partes de la sociedad y el Gobierno. El derecho a protestar es especialmente
importante para la gente que no tiene acceso fácil al Gobierno y entonces
necesita salir a la calle a expresar su disconformidad con ciertas cosas. Claro
que, habría que preguntarse si vivimos en democracia aquí en nuestro país y por
supuesto, habría que preguntarse más aún si se vive en democracia en el país
vecino, en Marruecos, donde existe esa monarquía que tiene, por cierto,
excelentes relaciones fraternas con la nuestra y donde se le advierte a los y
las periodistas que van allí a hacer su trabajo que, si dicen que Marruecos es
una dictadura, los ponen directamente en la frontera. Y es que a las dictaduras
no les gusta que los periodistas digan que son una dictadura. Y muchas de
ellas, como es el caso de Marruecos, hasta sostienen que son democracias.
Si es duro ser un activista por la justicia social y los derechos
humanos en países como España, con Leyes Mordaza, ¿se imaginan lo duro que es
serlo en países como Marruecos, que no es una dictadura técnicamente hablando
pues hay un Parlamento, un sistema jurídico y un Gobierno, pero sin separación
de poderes puesto que existe una Monarquía sobre la que recaen todas las
decisiones últimas que se tomen en el país?
De todo esto hemos conversado con Aboubakr El Khamlichi. Si en
Marruecos hubiera que señalar a un defensor de los derechos humanos, habría que
nombrar sin duda alguna a este hombre, miembro del Partido marroquí Vía
Democrática, que fue la forma legar dada a la organización marxista-leninista
Ilal Aman después de dos décadas de clandestinidad.
Ni los años de prisión en tiempos de Hassan II, ni las torturas y
vejaciones a las que fue sometido, ni la persecución, detención e intimidación
que sigue sufriendo estos últimos años, han quebrado las profundas convicciones
de este gran militante comunista. A pesar de sus problemas de salud y su edad,
siempre está donde hay que resistir y combatir: con las trabajadoras del
textil, con los jóvenes en rebelión, con los pobres que luchan, con nuestros
hermanos subsaharianos en apuros. Hoy está perseguido, sigue perseguido por
"incitación a la rebelión". La justicia marroquí, fíjense bien lo que
digo, la justicia de un país con una monarquía absoluta y absolutista y
dictatorial, pone en busca y captura a este activista acusándolo de haber
incitado las últimas manifestaciones que han tenido lugar en la ciudad de
Tánger esta semana de atrás.
La rabia me azota y pongo a disposición del camarada El Khamlichi,
nuestro Marcelino Camacho en Marruecos, la humilde plataforma de CLANDESTINO,
para sumarnos a las tantas voces que estamos alzándonos en contra de la
ignominia que se quiere cometer, una vez más, contra él desde el aparato del
Estado opresor que es Marruecos.
Todo ello acompañado de excelente música de la que os dejo aquí los enlaces a los vídeos para que se pueda escuchar al completo
"RAP TÁNGER"
"DAME LA LIBERTAD"
(El Lebrijano y la Orquesta Andalusí de Tánger)
Para escuchar el programa de radio solo tendréis que pinchar en el siguiente enlace o en la columna de la derecha, en el ivoox de Clandestino